Fecha: Domingo 6 de abril de 2008
Hora: 16:00
Motivo: Campeonato uruguayo 07/08. Torneo clausura. Fecha 8.
Lugar: Estadio Gran Parque Central
Titulares: Viera; Caballero, Victorino, Barone, Romero; Arismendi, Cardaccio, Bertolo, Liguera; Vera, Fornaroli.
Nacional contra todo.
Con horrendo arbitraje por parte de Fredy De Seja y un Parque Central repleto, Nacional logró ganar por mínima diferencia y seguir a un punto del líder River Plate, a quien enfrentará dentro de 2 fechas.
Repitiendo receta. Nuevamente se superó futbolísticamente al rival. Nuevamente se crearon más de 15 situaciones de gol, pero se malograron demasiadas. Lo que más importa: nuevamente se ganó.
La victoria fue justa e inobjetable. Sin embargo, los primeros 5 minutos fueron de Rampla, que tuvo un par de remates que trajeron peligro al arco de Viera. Rápidamente Nacional se hizo con los hilos del partido. Recordemos que el Chengue no fue titular (se decidió cuidarlo) y, en consecuencia, la intención del equipo fue la de jugar por bajo.
En el minuto 16 llegó el único gol del partido. Fornaroli ensayó una tijereta monumental y convirtió un gol de otro planeta.
El resto del primer tiempo, fue de Nacional. Rampla no inquietó. Sin embargo, las veces que Alexis Viera fue exigido reaccionó de manera excelente. Un cabezazo de Ligüera se fue rozando el vertical derecho del golero. Un remate de Bertolo, y Nacional iba por la segunda conquista.
El segundo tiempo también tuvo a Nacional como protagonista. Pudieron estirar diferencias Vera y Ligüera, pero la globa no iba a entrar. En el minuto 72 entraron los gigantes: el Chengue y Pereyra por Vera y Fornaroli. Todo el empuje de los 2 grandotes hizo que Nacional se fuera aun más encima del área de Rampla, pero jugando mayoritariamente por abajo. Sobre el final del partido, el juez expulsó incorrectamente a Cardaccio, que ni alcanzó a tocar al jugador rival. Una jugada maradoniana de Romero terminó en pase para Lodeiro (recién ingresado) que se perdió el gol mano a mano con el arquero.
Alexis Viera tuvo atajadas propias de un gran golero.
En la línea de 4, Caballero bajó su nivel: no brilló en defensa y tuvo errores en la entrega del balón, Victorino hizo un buen partido, Barone no decepcionó en la marca, pero recurrió mucho a reventar la pelota, y Romero fue de los mejores de la cancha: marcó, la pasó, desbordó, y todo lo hizo bien.
En el medio, Arismendi jugó bien como casi siempre, Cardaccio sin pena ni gloria (fue mal expulsado), Ligüera no estuvo fino, y Bertolo, inteligente y ágil, fue otro de los mejores.
Adelante, Fornaroli con disciplina táctica y un gol espectacular, y Vera, que puede y debe rendir más.
Entraron desde el banco: el Chengue, cuya presencia es sinónimo de peligro, Pereyra, que hizo un partidazo: la entrega de siempre, sumada a una clara intención de pasarla, de jugar para el equipo, y Lodeiro, que aunque jugó muy pocos minutos se comió un gol hecho.
El sábado que viene será el turno de Danubio, en Jardines. Esperemos que esto de los malos arbitrajes no se haga costumbre.
Nacional volvió a ganar, contra todo y contra todos.
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